Nuestro objetivo como educadores es ayudar a nuestros alumnos a ser unas personas responsables, solidarias, instruidas y satisfechas consigo mismas, es decir, realizarse íntegramente como ciudadanos.
A la hora de llevar a la práctica nuestro trabajo, debemos tener presente todas las características psicológicas y sociales, además del crecimiento físico y maduración sexual.
Se debe tratar de desarrollar la solidaridad y la tolerancia, erradicando actitudes sexistas, racistas, etc., a la vez que se le debe enseñar la responsabilidad que tienen con el material.
Los procedimientos y actividades han de motivar al alumno, adaptándose a las posibilidades de cada uno, lo cual implica individualizar la enseñanza.